Como bien he prometido a mis huéspedes del "grupo internacional" estoy practicando a cocinar - además en nuestro horno solar. Este horno es una caja mágica: nada más que abrir, desplegar las alas reflectantes y orientar la caja hacia el sol y en poco tiempo se calienta hasta 160º. ¡Es un encanto - con la mera existencia del sol puedo hacer gratinados, bizcochos, pan, ... sin gastar NADA de energía convencional! Esta caja te cabe en un balconcillo de un piso de 6ª planta en Madrid. O si quieres en Barcelona, o Nueva York. O al lado de tu tienda de campaña en el Camping de Cazorla. Bueno - siempre que algunos rayos de sol lleguen donde pongas la caja.
Ahora hay tantas plantas silvestres después de la fuerte lluvia de septiembre que he cosechado espinaca silvestre y he preparado una lasaña de espinacas. Además un gratinado de tomate, queso de cabra y romero silvestre. Creo que me hayan salido para contentar a cualquier paladar - supuestamente es el mérito de mi caja mágica...
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